FEBRERO NOS REGALA UN DÍA

    Este año el mes de Febrero nos obsequia con un día más, ese 29 que sólo disfrutamos cada cuatro años.
    De todos es sabido que cada año no tiene sólo 365 sino seis horas más, por eso cada cuatro años se hace uno de 366 para compensar.
    Acerca de estos años hay muchas supersticiones y por lo general todas ellas son creencias negativas: hay quienes pasan el tiempo agobiados pensando en que tendrán mala suerte, pasarán catástrofes y miles de cosas negativas…
    Quienes piensen realmente todo esto seguramente ni respiren tranquilos en todo el año pensando en qué momento sucederá algo. 
    Por eso es mejor verlo simplemente como es: hay que ajustar el tiempo y esta es la forma adecuada, además…¡podemos disfrutar de un día más, y quienes hayan nacido el 29 de Febrero podrán celebrar su cumpleaños en la fecha correcta!
    Además, y hablando de celebraciones, a los yebenosos nos viene bien que Febrero tenga un día más, pues son muchas las fiestas que acumulamos en un mes tan corto.
Y es que comenzamos desde el día 2 con la Candelaria, día bonito en que los niños nacidos en el año anterior son presentados en la Misa de la tarde y día también en que tiene lugar la tradicional luminaria de San Blas en las inmediaciones del cerro, luminaria en la que se dan cita niños, jóvenes y mayores.
Día 3, día grande, festejamos a nuestro Patrón. El cerro se llena de gente, los niños ataviados con el traje típico hacen la tradicional ofrenda en la celebración de la Santa Misa y después, junto a Santa Lucía, sube San Blas a su Ermita en Procesión. Hace años eran los quintos los que acompañaban al Santo y antes de que entrara en la Ermita le cantaban algunas coplillas, ahora es la Banda de Música quien acompaña el cortejo procesional y tras la entrada del Santo se celebra la ya tradicional subasta cuyos beneficios siempre son para ayudar a quienes más lo necesiten.
Celebramos también en este mes las fiestas de Carnaval, días que muchos yebenosos preparan desde hace tiempo buscando ideas para sus comparsas, cosiendo trajes y preparando bonitas coreografías con las que realzar la belleza del desfile de carnaval. Carnaval, días de paréntesis que atraen a niños, jóvenes y mayores que disfrutan siendo por un día piratas, princesas, monstruos o algún otro personaje tras el que esconden su identidad.
En el mismo domingo de Carnaval adquiere también protagonismo nuestra Hermandad de Ánimas que, como cada año, viene a recordar que la vida no se puede tomar como un carnaval en el que “todo pasa”, sino que debemos pensar en vivirla con la coherencia de saber que todos nos marcharemos de este mundo y deberemos dar cuenta ante Dios de aquello que hayamos hecho en la Tierra.
Y así es como, tras el Carnaval, celebramos el Miércoles de Ceniza que da comienzo a la Cuaresma, tiempo fuerte para los cristianos, días de oración, ayuno y abstinencia en que recordamos los cuarenta días que Cristo estuvo en el desierto.
En fin, un mes de Febrero intenso y aprovechado que nos brinda un día más este año en el calendario.